Ojete Calor -sí, el dúo musical formado por Carlos Areces y Ánibal Gómez- acaba de lanzar -desde su balcón, como dicen ellos- una revisión de Agapimú, el exitazo de Ana Belén de finales de los 70, con la mismísima Ana Belén metida en el ajo y creando un nuevo himno para estos días de encierro. «Ahora que el Resistiré es taaan mainstream, algún himno alternativo habrá que abrazar», pensarían ellos. El caso es que escuchándolo vino a mí una epifanía. ¿Y si hubiera una forma de contar estos meses a través de canciones de Ojete Calor? ¿Y si sus letras guardasen todas las claves que resumen nuestra vida reciente? La aparición de aquella posibilidad escalofrió todo mi cuerpo… Y por qué no, si todo el mundo inventa su teoría conspiranoica, yo ya tengo la mía, al menos la de esta semana.
Vete a tu casa
Vale, aquí la invitación es a terminar la juerga bakalaera y recogerte de una vez, pero podemos usarla también para confinarte en tu hogar -ya veremos cuánto- para intentar detener la propagación del virus -ya vamos viendo si eso-. Y sí, es una versión -por decir algo- del clásico noventero Freed from desire de Gala.
Viva el progreso
¿Se imaginan todos estos días encerrados en casa en, digamos, plenos 90? Teniendo que elegir entre Lina Morgan, Arturo Fernández, Elsa Anka o dejarte los ojos en el Canal + codificado? Pues eso, que ¡viva el progreso!
Opino de que / Que bien tan mal / 0’60
Pero el ‘progreso’ también tiene sus cosas malas y las estamos sufriendo todas en estas semanas. El acceso a la información minuto a minuto, las redes sociales, las malas praxis -con malas o con buenas intenciones, da igual-, la bajeza política, el morbo, el rumor y el bulo, todo está resumido en esta trilogía de canciones capital para entender el mundo en el que vivimos.
Agapimú
Ya he mostrado en este mismo blog mi admiración por el Resistiré del Duo Dinámico y por su glorificación espontánea desde nuestros balcones -por cierto, que esto de convertirlo en un himno se lo inventó Almodovar en 1989, en el final de ¡Átame!, no lo olvidemos-, pero es verdad que no estaría de más un descanso, sobre todo desde que lo cantan esas ‘ilustres figuras de nuestra música’. Agapimú no triunfará -la consumiremos en nuestros móviles, pero no la cantaremos desde nuestros balcones-, porque Ojete Calor y el gran público son como el agua y el aceite, pero la participación de Ana Belén garantiza viralidad y aparición en los medios de comunicación tradicionales. Y llega, eso es verdad, cuando empezamos a necesitar de un poco de aire fresco. Repitan conmigo: ¡Agapimú!
Mira que mi hijo es periodista 